José Miguel Tola, artista peruano, aclara este terreno un poco más. En la obra completa de Tola, sus personajes gozan de una amputación del dedo pulgar de la mano, dedo que no goza de protagonismo dentro de las formas surrealistas del artista, pero ¿Qué significa el dedo pulgar dentro de esta arista de la obra contemporánea? Según la evolución humana, el dedo pulgar es el significado de la distancia entre los primates en general, seres salvajes, relegados, opuestos a todo lo civilizado. El dedo pulgar se opone a los dedos llamados "civilizados" dentro de un sistema que privilegia la función anatómica de “manipular objetos”, manipulación que no se limita únicamente al terreno de prensar la materia, sino que abarca incluso la manipulación de lo otro, la construcción de la otra persona (prejuicios, valorización, etc.) En “A veces el diablo teme nuestros vicios” se construye toda esta codificación, también se aprecia en "Diario de un Loco", del mismo autor.
TOLA- DIARIO DE UN LOCO (2007)
TOLA- A VECES EL DIABLO TEME NUESTROS VICIOS (2006)
El énfasis a esta intimidad sensorial la construye el artista queriendo gritar a favor al mundo prohibido del “Ello”, de lo dionisiaco en el arte. El salvajismo, la irracionalidad, el sin-sentido, la mera transformación, la muerte del interés hacia lo realmente serio (como decía El Principito), hacia lo bueno y lo malo (recordemos ese pulgar levantado por el Cesar para dar su visto bueno al gladiador, el pulgar alto, erguido, para enfatizar en ese falso orgullo de la civilización y el retroceso de lo salvaje: el progreso). La aparición primordial artística que se presenta en la obra contemporánea es el sin-sentido, la irracionalidad, el desembrague de la razón en la producción y decodificación de la obra. El arte ha muerto, no hay progreso en él…pero a cambio hay una exquisita transformación de la obra, transformación y no “progreso” artístico.
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