Por: Eduardo Yalán Dongo
Muy a parte de temas como el gélido frio metropolitano, lo caro que están las entradas para Mistura y el Cirque du Soleil, o si Peluchin esta ya comprometido con Sofía Franco (lo cual siempre deriva a la caza moralista contra los gays y su “reformación” sexual), la que se ha convertido en la pregunta fundamental para destruir una fría conversación (o tal vez comenzarla, en el caso de un inexperto seductor), es "¿Por quien vas a votar?" Las respuestas siempre son compatibles con los candidatos de los medios, algunos nihilistas “no sé”, los eufemísticos “Yo por –x- porque me gustan sus propuestas” o finalmente los de sabiduría taxista “en la radio dicen que Villarán es izquierdista, da miedo votar por ella no?” He escuchado cada respuesta, diferente, algunos extremistas, otros mas comprensivos, pero todos siempre revueltos dentro del gran tallarín que es la apolítica, el desinterés por la política llevado al discurso cotidiano. Y, como siempre apuntamos, a los apolíticos se les gana por la imagen. El buen peruano no vota por los candidatos, el peruano vota por imágenes, por precepciones, por significaciones, algo que no esta en los candidatos mismos ni en sus propuestas, sino en los valores simbólicos que porducen a drede o sin saberlo; triunfo definitivo de la imagen.
Omar Montoro, candidato de último momento del partido PPC-Unidad Nacional de la candidata a la alcaldía de Lima Lourdes Flores, nos dice: “Porque surco merece más”. Montoro con sonrisa de photoshop, actualizado a las redes sociales, camisa blanca y contexto verde, naturalidad, limpieza, no corrupción, bla bla… ok con él, pero ¿Qué hace Loudes precisamente? Sintácticamente ubicada detrás de Montoro, con las dos manos apoyándose en sus hombros, ¿Por qué esa posición?, ¿por qué esas manos en los hombros? evidentemente dos niveles de pertinencia o análisis salen: 1) un discurso de manipulación (Particular) 2) un discurso de machismo (General).
La manipulación, el juego del titiritero, parten de este esquema narrativo canónico que sugiere la propaganda de Montoro. Montoro deja con voraz inocencia que Lourdes proceda a ser su respaldo, deja posar las manos de “Lulú” en sus hombros o, para decirlo en otro modo, el destinador (Montoro) decide finalmente realizar una performance manipulatoria. Las manos en los hombros es una figura icónica que representa un hecho concretamente social, para los que recodemos esa portada de la película “El abogado del diablo”, se utiliza la misma significación. El apadrinamiento no solo es un apoyo sino también un “yo opero y operare por tí”, se cercena al sujeto, en este caso Montoro, y se invalida su voz. La imagen parece decir, por su sintaxis, “Yo, Montoro, postulo a la alcaldía de Surco, pero en realidad es ella la que opera por mi, lo cual me invalida como candidato, y me convierte en un icono de Lourdes, en una proyección” ¿Votamos por Montoro porque parece y aparece como candidato, o porque Lourdes lo apoya, porque es un icono (representacion) o porque es un candidato?
Pero este tema no es el único, hay un tema más macro y pertinente. Como se sabe de los 38 candidatos a la alcaldía del partido del PPC-Unidad Nacional solo 4 son mujeres (Jacqueline Aljovin, Jessica Vargas, Rosario Arnao y Miriam Jarufe), el resto son hombres, políticos canosos y aventados. Pensé que la composición de los afiches era la misma para todos, al parecer así lo creí cuando pasaba por distritos como San Borja o La Molina, entre otros. Sin embargo mi sorpresa fue encontrar el afiche de Jessica Vargas, candidata a la alcaldía de Barranco, y descubrir quizá un discurso macro interesante: ¿Por qué Lourdes salía de menor estatura con TODOS sus candidatos en los afiches de propagandas de diferentes distritos, dejándose ver como aminorada, aleccionada, disminuida, mientras que con las mujeres, Lourdes salía poderosa, más alta, autoritaria, verdadera diablo de abogados?
¿Acaso el discurso de Lourdes se basa en un machismo estratégico? Recuerdo una imagen musulmana, donde las mujeres caminan detrás de los hombres, pero cuando estas están solo con mujeres, hay una que jerarquiza siempre al grupo, generalmente por su sabiduría, su edad o tal vez condición. ¿Qué significa que Lourdes este encima de las mujeres, pero no de los hombres? ¿Acaso es un discurso escondido dentro de la campaña política del PPC? Sabiendo que estas propagandas, su composición y diseño, fueron hechos teniendo en mente a contrincantes masculinos ¿Estará esta producción de sentido dentro de las campañas adrede, para connotar un sometimiento de la mujer frente al hombre, sometimiento que le ayudaría a ganar votos como lo había estado haciendo antes de la salida de kouri a la postulación a la alcaldia de Lima? Si yo me hago el pobrecito la gente misma me revalidará, porque en el discurso oficial siempre esta hacer lo “correcto”, validar al pobrecito, al enfermo. Y en política, como incluso saben nuestros apolíticos, todo debe ser y apuntar a favor de la moral.
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