Por: Pedro
Alguna vez leí de Cortázar que
“en algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones.
Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día
en que alguien consiga explicar también el basural”.
Y es que la mayoría de las explicaciones son justificaciones innatas, siempre y cuando sean creadas en circunstancias en que no queda otra salida más que mentir. Diseñadas específicamente para ocasiones en que alguna otra persona o circunstancia te empuje al vacío y te obligue a improvisar uniones ridículas de palabras inocuas. O también son párrafos novelescos cubiertas de adjetivos que se complementan mejor con pucheros y posturas cabizbajas, con palmas abiertas y ojos juguetones. Alguna vez, acudimos a ellas cuando el tiempo nos va en contra y sabemos que no llegaremos a la meta. Cuando estamos en el bus y nos esperan ansiosos al otro lado del celular: “estoy en cinco minutos”, y justificamos nuestra falta de la próxima media hora. Los rompecorazones, los bebedores, los marihuanos, los tardones, los faltones, los despiadados, los psicólogos, los periodistas, los filósofos etcétera: todos son un montón de sujetos que usan las explicaciones para vivir explicando al resto que pueden ser mejores, que no son un caso perdido inexplicado o, en el mejor de los casos, incluyen sus explicaciones en términos que puedan servir como medio explicativo para explicarse su propia meta y llegar a ella.
“en algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones.
Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día
en que alguien consiga explicar también el basural”.
Y es que la mayoría de las explicaciones son justificaciones innatas, siempre y cuando sean creadas en circunstancias en que no queda otra salida más que mentir. Diseñadas específicamente para ocasiones en que alguna otra persona o circunstancia te empuje al vacío y te obligue a improvisar uniones ridículas de palabras inocuas. O también son párrafos novelescos cubiertas de adjetivos que se complementan mejor con pucheros y posturas cabizbajas, con palmas abiertas y ojos juguetones. Alguna vez, acudimos a ellas cuando el tiempo nos va en contra y sabemos que no llegaremos a la meta. Cuando estamos en el bus y nos esperan ansiosos al otro lado del celular: “estoy en cinco minutos”, y justificamos nuestra falta de la próxima media hora. Los rompecorazones, los bebedores, los marihuanos, los tardones, los faltones, los despiadados, los psicólogos, los periodistas, los filósofos etcétera: todos son un montón de sujetos que usan las explicaciones para vivir explicando al resto que pueden ser mejores, que no son un caso perdido inexplicado o, en el mejor de los casos, incluyen sus explicaciones en términos que puedan servir como medio explicativo para explicarse su propia meta y llegar a ella.
No es sano enumerar la cantidad de explicaciones (léase también en este caso justificaciones) por un asunto de salud y convivencia social. Muchas veces, en nuestra ingenuidad, las creemos, y no considero prudente quebrar nuestra armonía humana, muchos menos si este post se basa en las explicaciones de un loco que no se le ha ocurrido mayor necedad que explicar las explicaciones (con lo que aprovecho para explicar mi tardanza de ayer con este texto). Sin embargo, y absteniéndome a las consecuencias, mencionaré algunas para que entiendan mi lógica y me disculpen este atolondramiento.
Ejemplos veloces:
Soy un borracho y le pido a mis padres dinero para un trabajo en plena semana: explicaciones por necesidad.
Soy un rompecorazones y le digo a alguna muchacha que soy el único culpable de mi desamor: explicaciones de escape.
Soy un tardón y explico a mis amigos que inmediatamente llegaré al parque de encuentro: explicaciones de pereza.
Soy un filósofo y quiero explicar porque el hombre se acondiciona con explicaciones: explicaciones de consuelo.
Son varios tipos, quizás ustedes me ayudarían a enumerarlas mejor, pero ahora por mis circunstancias universitarias apresuradas (explicaciones incriminatorias) me veo en la imposibilidad, y espero satisfacerlos con solo esas cuatro mencionadas, (no escapo a la adjetivización de las explicaciones del periodista, con gusto se las daré después).
Ahora, solo me queda correr a clase y explicarle al profesor que traté de explicarles que las explicaciones son, en mayoría, justificaciones; y que Cortázar argumenta que todas estas van a un basural: asi como las palabras se las lleva el viento y las lágrimas van al mar. Solo espero, en nombre de la humanidad, que todas esas explicaciones de basural calcinado se puedan reciclar eternamente.
Ejemplos veloces:
Soy un borracho y le pido a mis padres dinero para un trabajo en plena semana: explicaciones por necesidad.
Soy un rompecorazones y le digo a alguna muchacha que soy el único culpable de mi desamor: explicaciones de escape.
Soy un tardón y explico a mis amigos que inmediatamente llegaré al parque de encuentro: explicaciones de pereza.
Soy un filósofo y quiero explicar porque el hombre se acondiciona con explicaciones: explicaciones de consuelo.
Son varios tipos, quizás ustedes me ayudarían a enumerarlas mejor, pero ahora por mis circunstancias universitarias apresuradas (explicaciones incriminatorias) me veo en la imposibilidad, y espero satisfacerlos con solo esas cuatro mencionadas, (no escapo a la adjetivización de las explicaciones del periodista, con gusto se las daré después).
Ahora, solo me queda correr a clase y explicarle al profesor que traté de explicarles que las explicaciones son, en mayoría, justificaciones; y que Cortázar argumenta que todas estas van a un basural: asi como las palabras se las lleva el viento y las lágrimas van al mar. Solo espero, en nombre de la humanidad, que todas esas explicaciones de basural calcinado se puedan reciclar eternamente.
7 puntos de vista:
Justificaciones!
a mi con explciaciones no me basta!
a mi me pagas de alguna forma, como diría eñ célebre Jaime Wong! "si no me pagas en efectivo, me pagas en especias"
jaja ta bueno ta bueno.
El chancho.
Y es que personas de corazón noble y alma pura tratan siempre de creer en aquellos que aman, olvidando que somos humanos y que no hay más hipocresía que la que se cubre con mentiras, digo, justificaciones.
locuras ...
Rosa F.
Las explicaciones nacen de la inseguridad hacia las cosas, la duda alimenta las explicaciones, si se suprime la duda a las explicaciones nos quedaríamos con la veracidad. Evitar un problema por la duda del hecho consumado, el miedo a la verdad, la esperanza, la innestabilidad del alma, la necesidad por el eufemismo. Dicen que el Perú es el pais de explicaciones, considero mas que verdadero lo que dices acerca de los filósofos, pero a todo esto ¿a quien le tienes miedo pedrito?
Gracias por los comentarios, sobre todo por ser incisivos conmigo y mis argumentos. La retroalimentación es la única manera de supervivencia de un blog, por eso vuelvo a agradecer sus opiniones.
Ahora, quién es la persona que quiere develar mis miedos? quién cree que el movimiento de mis dedos sobre el teclado conlleva angustias del alma? ¿Quién eres?
jajajajajaj
Eduardo.
ponte a estudiar oe
nadie es perfecto... es otra explicación????
Qué explicación/jutificacion es la más conchudaaaaa
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