Friedich Nietzsche: 164 años para todos y para nadie

Por: Eduardo Yalán Dongo

“Yo soy con mucho, el hombre más terrible que ha existido hasta ahora; esto no excluye que yo seré el mas benéfico” (Ecce homo –Por que soy yo un destino) Despiadado, infame, irónico, pedante, líricamente afilado, ¡dinamita! No sabría calificar a Friedrich Nietzsche, tal vez esa inefabilidad es la que me hace escribir sobre él tras 164 años de su nacimiento, un 15 de Octubre como lo será este miércoles. Tal satisfacer las preguntas de “¿Quién fue Nietzsche?” o “¿Qué teorías filosóficas tenía?” puede ser hasta repetitivo y denotativamente previsible, prefiero ante todo revelar como se llega a Nietzsche a través de su filosofía. Me resulta grato decir que Nietzsche se ha convertido actualmente en nuestro sentido común, muchos no lo saben pero nuestra capacidad de discernimiento sienta sus bases en casi toda su doctrina, nuestras quejas, nuestro nihilismo, nuestra rebeldía, nuestra risa; su legado permanece ante todo.

Aproximarse centímetros a un libro de Nietzsche es, por un primer momento, hacer algo prohibido, sentir como tus manos toman un libro que presuntamente viola todo cuanto has conocido, todo cuanto han dicho tus padres: una merecida antípoda de nuestras costumbres. No te contentas con saber de él en alguna enciclopedia o foro virtual, ¡tienes que descubrirlo tú mismo! Es cuando tomas ese libro y te regocijas con lo que lees, tu alma curiosa se sabe satisfecha. Lees: “Cuando Zaratustra tenia 30 años, abandonó su patria y el lago de su patria y marcho a las montañas.” O, tal vez te escandalizas y horrorizado tapas el título de otro librito que estas leyendo en un transporte público: “El Anticristo”, y tú sabes que eso te hace sentir por encima de todo cuanto hay. Sin embargo, por algún indecible y raro motivo no puedes considerar al hombre que estas leyendo como “Satanás” o “hombre-nazi”, este individuo es diferente, y no te das cuenta, sino hasta haber conocido su esencia, que ese tal Nietzsche no era otra cosa que tu “Perseo encadenado”, tu misma condición humana, Nietzsche eras en todo momento tú.

En cada librería se encuentra un ejemplar de Nietzsche, y es que ¡Nietzsche es para todos! Y te alegras de que sea conocido. Después pasa el tiempo y te encuentras con personas que lo evocan ridículamente diciendo “sabían que Nietzsche fue el padre intelectual del nazismo”, o en canciones neosacras en iglesias juveniles escuchas “dios no ha muerto/ dios esta vivo/ dios esta vivo”, o quizás te enteras que un metalero fundamenta su mediocre ideología de muerte y canibalismo lascivo diciendo “Como Nietzsche decía…” Y entonces es cuando piensas tristemente: Nietzsche es para nadie. En realidad son muy pocos los que conocen a Nietzsche, y para conocerlo no es para nada necesario que te expliquen su doctrina en un ambiente teórico, sinceramente ¡no! para conocer a Nietzsche tienes que sentirlo en su lectura (y locura), en todos sus libros y cada uno de ellos.

Ante toda teoría nietzscheana y ante todo su querer, le quiero agradecer al filósofo dinamita; sus palabras, sus esfuerzos por hacerme trascender, sus consejos severos, su “estar harto de mi” y su amabilidad al adoptarme como su hijo ante mi trágica orfandad, sin embargo, como él mismo lo hubiera dicho: “no me sobreestimes, no me halagues”. !Ah! Pero es necesario, como también lo es separarnos de él, como lo hice hace poco, alejarse de ese indeseable visitante, de ese “viejo loco”:
“Decís que creéis en Zaratustra? ¡Más qué importa Zaratustra! Vosotros sois mis creyentes, mas ¡qué importan todos los creyentes! No os habíais buscado aún a vosotros: entonces me encontrasteis. Así hacen todos los creyentes: por eso vale tan poco toda fe. Ahora os ordeno que me perdáis a mí y que os encontréis a vosotros; y sólo cuando todos hayáis renegado de mí, volveré entre vosotros.” (Así habló Zaratustra. De la virtud que hace regalos)


3 puntos de vista:

Anónimo dijo...

Intenso. Me gusta que hayas descanzado toda tu rotórica y hayas prestado alas a la prosa, que bien suenan tus palabras. Aplaudo que hayas rescatado esa amoral de Friedrich, y, sobretodo, que la muestres como la liberación del ser. Enfoquemonos en nuestro Ubermensch!, feliz cumpleaños Fried!

Luis Aguilar dijo...

pues agradezco la invitación primeramente. muy bueno el post,con el segundo párrafo de verdad me identifique, ese aceramiento peligroso lo recuerdo con agrado.
lo que de verdad considero importante es los últimos párrafos, el no "diosificar" a nietzsche, no ser su discípulo, es fundamental tenerlo en mente, el mensaje es crear por uno mismo.

David Campos dijo...

"las jerarquías son para los débiles"
"hay que afirmar todo el azar, renunciar al mero cálculo de probabilidades"
Prefiero las palabras de Nietzsche que la letra de "háblame de ti" de Los Pecos, que es lo que estaba escuchando mientras os leia.
Gracias por vuestra invitación.